martes, 20 de marzo de 2012

Bonus trak

Hace dos días me crucé mientras conducía con una abubilla robando bocanadas de aire para no perder el vuelo.

Nos quedamos sin sombra, pero también nos quedamos sin aire con el que respirar. Buscamos la manera de sobrevivir, aunque ya queden pocas esperanzas.

Siempre compro mis CDs. Los abro en cuanto salgo de la tienda y regreso al coche para empezar a oírlos de camino a casa. Primero una demo de los primeras notas de cada canción, y luego las dos o tres primeras canciones completas (los minutos de la vuelta no dan para más, aunque si voy contigo no verías raro desviarme de carretera para entrar en casa por el cementerio).

Si queda día, pasa tatareando lo que recuerdo o lo que imagino que recuerdo de cada nota: nuevas historias contadas con palabras y el eco de otras voces.

Y por la noche, ya en la cama terminar de oír lo que queda. Y quedarme dormida, imaginando en versos ajenos. Con suerte llega mi beso de buenas noches, mi bocanada de aire que me mantiene unos cuantos días más. Después del silencio final, aparece sin aviso otra última canción, un bonus que cambia el rumbo de mis sueños, que me lleva a esa isla en la que por fin me descubro.


domingo, 18 de marzo de 2012

La primera mujer barbuda no sabe de la existencia de la segunda; la segunda mujer barbuda sabe que no eligió su abeja por azar, siempre estuvo enamorada del hombre bala.

quiero y no puedo


Un día de lluvia es suficiente disculpa para hablar. ¿y para qué disculpas?

A cada paso aparecen nuevos molinos de viento que en vez de gigantes se transforman en insinuantes sombras que se acercan a susurrar palabras sin sentido que alguien habrá de ordenar.

Para eso estás, para dar sentido a lo que aparentemente no lo tiene. (¿Qué sabrán ellos?)

Sus ojos persiguen Leónidas vespertinas y definen un día plúmbeo como un quiero y no puedo


No existe. No existe lo imposible, solo es necesario lanzarse a volar. Aunque mientras hablamos note el olor a lejía de tus manos cansadas. Aunque no te importe llorar de impotencia delante de mi sin prácticamente conocerme, aunque no vengas peinada, aunque salgas de aquí desnuda.

En un día de lluvia solo es necesario querer.. y miles de gotas de lluvia.



sábado, 17 de marzo de 2012

jueves, 15 de marzo de 2012

Por un cúmulo de circunstancias, que no una nube de polvo...

La segunda mujer barbuda, harta de las continuas quejas de su amante cada vez que se besaban, ha decidido cambiar de mascota y ahora, el día de San Antón madruga para hacer turno en la cola de las bendiciones con una abeja zumbando sobre su dislocado hombro.