La segunda mujer barbuda, harta de las continuas quejas de su amante cada vez que se besaban, ha decidido cambiar de mascota y ahora, el día de San Antón madruga para hacer turno en la cola de las bendiciones con una abeja zumbando sobre su dislocado hombro.
Menuda joya tenías guardada.
ResponderEliminarUna joya que muestra otra joya, brillante combinación.
Sabía que seguías por ahí.
Saludos